domingo, 5 de junio de 2016

Algunos recuerdos traumáticos que pasamos con la selección

Comienza la copa América Centenario en Estados Unidos. La copa América, ese certamen que organiza la conmebol y que juegan casi todos los países sudamericanos y Estados Unidos, ese país donde los negros juegan basquet, los blancos beisbol, las mujeres Soccer y los funcionarios de la FIFA largos partidos de ping pong en los tribunales federales.

Al comenzar un nuevo torneo sentimos por un lado la emoción de que la selección se esté jugando cosas importantes, y por el otro, el miedo a que justamente esa misma selección nos desilusione horriblemente quedándose en el camino. El equipo nacional viene cebolleando con ganas durante los últimos años: en las copas Americas de 2003, 2007 y 2015 y en el Mundial de Brasil 2014 el objetivo quedó ahí nomás. Hoy, con una AFA casi desintegrada, proyectos extraños sobre superligas y fuertes quilombetes de guita, Messi, el Tata y compañía esperan terminar con la sequía de títulos que arrastra la selección desde 1993. Con el objetivo de exhorcizar antiguos demonios, relataremos varios recuerdos traumáticos sobre la selección en competencias internacionales.

Sin las piernas, ni el alma


En 1994, la cosa había empezado bien. 4-0 a los Griegos y victoria frente a los nigerianos, con dos goles de Claudio Paul. Pero después al Diego le cortaran las piernas y el equipo perdió su alma y su emblema. El siguiente partido se perdió contra los Búlgaros, por 2-0. Muchos argentinos no sabían encontrar ese país en el mapa. En Octavos, otro equipo de Europa Oriental, la dura Rumania, pegó, pegó y también ganó.


El pase de las pulgas


En Francia 98' la primera ronda fue “sencilla”. Se ganó con lo justo a Japoneses y Croatas (que luego llegaron a semis, siendo la sorpresa) y se goleó a Jamaica no problem, que entraron a la cancha completamente de la cabeza. En octavos le ganamos un sufrido partido a Inglaterra, por penales. Varios desarrollamos ahí un miedo escénico a Michael Owen, autor de dos golazos para el conjunto inglés. Lechuga Roa fue el héroe ese día, atajando un par de Penales. Holanda, en cuartos, nos eliminó, con complicidad de las pocas pulgas del Burrito Ortega y un pase de 70 metros a Bergkamp que Ayala no supo defender.

La conspiración


En 2002 hasta las propagandas de Quilmes estaban buenas. El Equipo de Bielsa era un relojito y habia ganado muy bien las eliminatorias. Pero nos tocó un grupo de mierda, y el esfuerzo nacional de levantarse a las 3 de la mañana para ver los partidos del equipo fué en vano. Pese a ganarle a Nigeria 1 a 0 con gol de Bati, perdimos 1-0 con Inglaterra, con gol de Beckham de penal. En el partido definitorio del grupo, el 8 de Suecia clavó un tiro libre fenomenal y el gol argentino solo llegó en tiempo de descuento. El resultado nos sentenció a irnos en primera ronda y ver por tele como los brasileros otra vez eran campeones, con el otrora flaco Ronaldo como bandera. En el 2002 yo iba a primer año del polimodal y en mi curso teniamos un profesor de apellido Moreno que siempre nos manifestó su repulsión por el balonpié. El día del partido con Inglaterra, misteriosamente se lo vió en el buffet del colegio mirando el partido mientras comía un pebete de jamón y queso. Nadie pudo convencernos de que él no tuvo nada que ver con la eliminación Argentina.

Eso que no fué


A Bielsa lo suplantó Pekerman, el maradona de los dts de juveniles. Las eliminatorias se pasaron bien. Incluso se ganó en la altura de Bolivia, donde hacia muchisimo tiempo que no se ganaba. En el mundial, el comienzo fue auspicioso, incluida una goleada a Serbia y Montenegro por 6-0. El equipo era muy bueno: estaba Riquelme, Tevez, el cuchu Cambiasso, Crespo, Saviola e incluso un muy joven Lionel Messi.  En los Cuartos de final, en un buen partido, no se pudo vulnerar a los Teutones. Los penales mal pateados y los machetes de Lehmann, nos obligaron a volvernos con las manos vacías. Mil años se discutirá si Messi tenía que entrar para aprovechar su velocidad y desparpajo contra los cansados defensores Alemanes; Pekerman eligió a Julio Cruz, y ya sabemos como terminó la historia, aunque nada nos garantizaba que Messi hubiese hecho algo distinto. Lo cierto es que ese equipo fue, hasta 2014, el que mas posibilidades de salir campeón tenia: Era un buen equipo, tenia alternativas, jugaba bien, tenía solidez defensiva y muy buenos delanteros. Pero no pudo ser.


LTA


Tras una derrota con Chile en Santiago por eliminatorias, el Coco Basile decide dar un paso al costado. Asume Maradona, con toda la carga mística posible. Diego, el mejor de todos como jugador, pero un regular tirando a malo como entrenador, mantuvo el irregular desempeño de la selección. Una histórica derrota con Bolivia por 1-6, y una durísima caída con los brasileños de local por 1-3 son los hechos mas destacables. Por suerte el equipo alcanzó la clasificación a Sudafrica 2010, luego de una apoteótica victoria frente a Perú bajo una lluvia torrencial, gracias a un gol del inolvidable Palermo, y a una victoria fea pero victoria al fin frente a Uruguay en Montevideo. Totti Passman la tuvo adentro ese día.

Un juego de 11 contra 11


El mundial de Sudáfrica nos mostró un equipo bastante inseguro en defensa (El partido contra Corea nos hizo generar algunas dudas, sobre todo luego del gol de los Coreanos) pero con buena contundencia ofensiva. Contra México, en Octavos, se jugó mal (en el sentido que no se dominó el partido) pero se metieron tres goles. En los cuartos de Final, Argentina enfrentaba a la equilibrada y dura Alemania, que comenzó a ganar desde los 4 minutos del primer tiempo. Argentina practicamente nunca entró en partido. El ingreso de Kun Agüero podía generar algo de esperanza en ataque, pero los cambios pensados por Maradona fueron recibidos con goles alemanes. El triste resultado fue un doloroso 4-0. “El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren tras una pelota durante 90 minutos y al final siempre ganan los alemanes” -dijo una vez el goleador inglés Gary Lineker. Lamentablemente para la Argentina, ese dicho siguió siendo muy cierto.

El dolor aún chirriante


En 2014 se estuvo realmente cerca de ganar el mundial. El equipo se fue armando sobre la marcha, no le sobró nada, excepto corazón y sacrificio. Mascherano recuperó, tocó, se desgarro el esfínter trabando a Roben y le traspasó propiedades mágicas a chiquito Romero, pero no pudo hacer todo. Falló lo que no tenía que fallar: en la final Messi no pudo deslumbrar, Aguero entró pero no gravitó, Higuain erró una chance clarísima, Di María estaba lesionado y no jugó y el pocho Lavezzi fué volante y le costó llegar a posición de gol. Los delanteros -el mejor capital a priori del equipo- no tuvieron un buen día.  El sexto delantero del equipo, Palacio, entró y tuvó tambien un par de claras pero no estuvo fino. Los publicistas son unos seres malintencionados que buscan venderte cosas que no necesitas. Pero a veces pueden reflejar algunas verdades: como en esta publicidad de Nextel, con el recuerdo dolorido en nuestro pecho aún chirriante, también creemos que “era por abajo”.


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